El pulido del mármol se consigue mediante abrasión, pasando por diferentes granulometrías cada vez más finas, que dan a la piedra ese aspecto de "brillante". En la actualidad se utiliza principalmente el abrasivo diamantado, que permite acortar tiempos y conseguir resultados espectaculares, a la vez que minimiza las fuerzas de trabajo para personas y máquinas con el consiguiente beneficio.
Con el pulido se consigue una superficie lisa y brillante, con porosidad casi nula, destacando al máximo nivel la estructura, color y textura de la piedra.
Este acabado al ser de "poro cerrado", proporciona a la piedra mayor resistencia al ataque de agentes externos, resistencia que se puede aumentar con diversos tratamientos de protección. Cabe resaltar que el poro de la piedra nunca llega a estar cerrado, si bien con el pulido se trata de minimizarlo al máximo. Se aplica principalmente en mármoles y granitos, ya que son rocas muy compactas y con alto grado de cristalinidad.
Con respecto a su uso para suelos hay que destacar :
Es el tipo de acabado más clásico y de los más abundantes. Se caracteriza por una superficie muy lisa y brillante tipo espejo. Este tipo de acabado puede seleccionarse para que venga directamente pulido desde fábrica o pedir la losa al corte para posteriormente pulirla en obra por una empresa pulimentadora.
Nuestro consejo es que para cantidades grandes, lo suyo es pedir las losas al corte por los siguientes motivos :
Este tipo de acabado es ideal para espacios interiores, pero hay que tener en cuenta que a poco que la superficie este mojada, se convierte en muy deslizante. Ni que decir tiene que para exteriores y sobre todo zonas de piscina, nuestra recomendación es de olvidarse de este tipo de acabado.
OTROS TIPOS DE ACABADOS :